Síndrome de asperger qué es y síntomas

¿Qué es el síndrome de Asperger y cuáles son sus síntomas?

El síndrome de asperger o TEA de grado 1 como se reconoce en la actualidad según el DSM V, está relacionado con el desarrollo cerebral, con una disposición atípica para procesar y percibir el mundo. Este tipo de condición habitualmente genera dificultades en las relaciones sociales y la comunicación, abarcando una amplia gama de síntomas característicos. A continuación, veremos cuáles son sus peculiaridades para conocer mejor esta condición en profundidad.

El síndrome de Asperger, abreviado en inglés SA o AS, también se le llama simplemente Asperger. Este trastorno del neurodesarrollo presenta tendencias de comportamiento repetitivas e interés restringidos, aunque a diferencia de otros grados de autismo, el lenguaje hablado y la inteligencia no suelen estar alterados. A fin de aclarar la mayor cantidad de dudas posibles sobre el tema, veamos de qué trata exactamente esta condición, cuáles son los síntomas y cómo tratar con alguien que lo padece.

Índice
  1. ¿Qué es exactamente el Síndrome de Asperger?
    1. Origen del término
  2. Características del Síndrome de Asperger
    1. ¿Cuál es la diferencia entre autismo y Asperger? ¿Son iguales?
  3. Síntomas de Asperger: indicios específicos según la edad
    1. Síntomas de Asperger en niños
    2. Síntomas de Asperger en adultos
  4. Diagnóstico del síndrome de Asperger
  5. Tratamiento adecuado para el síndrome
    1. Durante la niñez
    2. Durante la adolescencia
    3. Durante la etapa adulta
  6. Bibliografía

¿Qué es exactamente el Síndrome de Asperger?

Según explica el autor Ami Klin (2003), el síndrome de Asperger es un cuadro clínico caracterizado por el aislamiento social y dificultades en la comunicación. Quienes lo padecen pueden carecer de un tono de voz afectivo, no tienen empatía y suelen tener la tendencia de intelectualizar las emociones. Conversan de temas muy específicos y pueden tener impericia motriz.

El síndrome de Asperger (AS) es un tipo de trastorno del neurodesarrollo que afecta particularmente las habilidades de una persona para comunicarse e interactuar socialmente. Dicho trastorno está incluido en los Trastornos del Espectro Autista (TEA) pues los pacientes también tienen comportamientos repetitivos u obsesivos. Ahora bien, su forma de hablar es fluida y por lo general son más inteligentes que la mayoría de las personas.

Persona con Síndrome de Asperger que no soporta ruidos fuertes

Por otra parte, las personas a las que se les diagnostica el síndrome de Asperger tienen pocos intereses y se preocupan excesivamente por determinados objetos o actividades. El cerebro del paciente con Asperger funciona diferente a otros, en particular en lo relativo a la comunicación, interacción social y adaptabilidad a las labores habituales. 

Origen del término

Al síndrome de Asperger se le llama así por el pediatra y psiquiatra austriaco Hans Asperger, que en 1943 describió el comportamiento de ciertos niños que evaluaba. Estos tenían problemas para hacer amigos, no comprendían ciertos gestos o los sentimientos de otras personas, hablaban únicamente de lo que le gustaba más. También tenían dificultades motoras o para coordinar movimientos. 

El término lo aplicó por primera vez la psiquiatra británica Lorna Wingen en 1981 en una revista de psiquiatría y psicología. Le dio esa denominación reconociendo la labor previa de Hans Asperger, aunque en 1925, la psiquiatra soviética Grunia Efímovna Sújareva describió el cuadro clínico del síndrome.

Unos 50 años después, en 1994, el diagnóstico de Asperger se agregó en la cuarta edición (DSM-IV) del manual Americano de Diagnóstico y Estadística de los Trastornos Mentales. Después, en 2013, se eliminó el término de Asperger cuando se publicó el DSM-5 y ahora los síntomas están incluidos dentro del trastorno del espectro autista.

El síndrome de Asperger se combinó con el trastorno del espectro autista en la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-11) en 2021.​ Ahora bien, el Síndrome de Asperger no es una enfermedad mental ni una discapacidad de tipo intelectual, más bien es una condición o trastorno del neurodesarrollo. Como se ha mencionado, afecta las capacidades para relacionarse socialmente, así como el desarrollo emocional y conductual del niño.

El síndrome de Asperger afecta el cerebro

La Federación Española de Asperger la define como un trastorno neurobiológico en el que se presentan alteraciones en aspectos como las habilidades comunicativas o conductas repetitivas. El Día Internacional del Síndrome de Asperger se celebra cada 18 de febrero, correspondiente al natalicio de Hans Asperger, quien nació en Viena, Austria, en 1906.

Características del Síndrome de Asperger

Para empezar, cada paciente, sea niño o adulto, tiene sus propias características particulares, así que no hay uno exactamente igual a otro ya que cada caso es diferente. Además, hay que recordar que quienes padecen Síndrome de Asperger suelen tener un grado inteligencia y habilidades más avanzadas que el promedio de las personas de su edad.

Este trastorno no es evidente a simple vista, se percibe cuando quien lo padece manifiesta comportamientos que no son socialmente adecuados, lo que genera situaciones incómodas. Los pacientes con Asperger piensan de forma distinta, sus ideas son muy lógicas, específicas e hiperrealistas, por eso les cuesta relacionarse con otros. 

A nivel social, las personas que tienen Síndrome de Asperger no son capaces de hacer amigos porque sus interacciones son ingenuas y en ocasiones inapropiadas. Por estas razones suelen ser objeto de burlas (particularmente en la edad escolar) y para evitar el bullying, se aíslan aún más de los demás.

No obstante, los pacientes con Asperger “quieren honestamente el éxito en las relaciones interpersonales” y cuando no lo logran se abstraen y encierran más (Bonnet & Gao, 1996). Es frecuente que presenten dificultades a nivel de motricidad gruesa y fina, por lo que pueden tener movimientos torpes, sin coordinación o posturas extrañas. (Wing, 1981).

Chica con Aspeger víctima de burlas

Ahora bien, tal y como pasa con otros trastornos del espectro autista (TEA), los científicos y doctores no saben con certeza qué causa el síndrome de Asperger. Lo que sí está claramente establecido es que el cerebro de quien tiene esta afección trabaja de manera distinta al de un individuo que no lo tenga.

¿Cuál es la diferencia entre autismo y Asperger? ¿Son iguales?

No hay que negar que la discusión sobre esas preguntas aún continúa. Hay quienes dicen que el síndrome de Asperger tiene que ser clasificado aparte, mientras que otros afirman que las dificultades fundamentales son iguales. Estos concluyen que es el grado de dichas dificultades las que determinan las diferencias entre el autismo y Asperger. 

Uta Frith (1991) una psicóloga que trabaja en el Instituto de Neurociencia Cognitiva en el University College de Londres, ha dicho que los niños con Asperger "tienen una pincelada de Autismo". Pero lo cierto es que las deficiencias en el autismo son mucho más graves que en el síndrome de Asperger, ya que se tiene poco o nada de lenguaje.

Las complicaciones para aprender nuevas cosas son más frecuentes en quienes padecen autismo clásico y se les dificulta expresar o manifestar sus sentimientos de forma apropiada. Quienes tienen síndrome de Asperger desarrollan un lenguaje formal o correcto y su inteligencia se considera normal o hasta mayor que la de otros.

Por lo tanto, se puede concluir que la principal diferencia entre autismo y Asperger es que los últimos poseen habilidades normales de lenguaje e inteligencia. Son precisamente estas habilidades las que encubren la deficiencia en el desarrollo social, razón por la que el diagnóstico del síndrome se realiza más tarde. a partir de los 6 años de edad. (White, Hill, Winston y Frith, 2007).

Imagen de gabineteaguero.com

Hasta el momento se considera que las similitudes entre el Autismo y el síndrome de Asperger bastan para incluirlas en el mismo "espectro" de alteraciones de desarrollo. Por supuesto, un diagnóstico e intervención temprana mejora el pronóstico y al ir creciendo, los rasgos de autismo son menos fuertes en los pacientes. Esto es posible gracias a la madurez adquirida y a las estrategias que se aprenden para afrontar los problemas propios del trastorno.

Síntomas de Asperger: indicios específicos según la edad

De manera semejante a las personas con autismo, los pacientes con Asperger tienen problemas para interrelacionarse con otros, ahora bien, son tendencias menos marcadas. De hecho, se dan casos en los que son capaces de aprender o imitar la manera como los demás tienen contacto social en su entorno.

Aún así, les cuesta interpretar de manera apropiada el lenguaje gestual y suelen entender las frases que se dicen en una conversación de una manera literal. En el caso de los niños Asperger, algunos padres han dicho que da la impresión de que les falta un poco de sentido común.

Si bien es cierto que no presentan problemas al hablar, otro síntoma de Asperger es que la persona puede hablar de forma un tanto “robotizada”. Se aprecia que usan frases repetitivas, quizás su forma de expresarse es muy madura o adelantada para la edad que tienen y tienen un coeficiente intelectual superior.

Como ya se mencionó previamente, es común que manifiesten rasgos o hasta síntomas claros de otros trastornos, como dificultades psicomotrices o trastornos obsesivos compulsivos (TOC). También pueden tener intereses muy específicos y preocuparse en exceso por cosas que quizás quienes los rodean llegan a considerar absurdas o irrelevantes. Es posible que sean sensibles a los estímulos sensoriales, por lo que se tapan los oídos si hay ruidos fuertes, les molestan algunas luces o evitan cierta vestimenta.

Imagen de Pinterest

Síntomas de Asperger en niños

Además de todos los síntomas mencionados hasta el momento, hay ciertas conductas que pueden indicar a los padres que su hijo o hija es Asperger. (Orellana, Y. 2013) Claro está, lo más adecuado es realizar un diagnóstico a cargo de un profesional para determinar si efectivamente el niño tiene el síndrome de Asperger.

  • Deficiencia grave para interactuar socialmente con sus compañeros de clases, profesores y otros adultos.
  • No hay o es muy poca la participación del niño en juegos recreacionales y si lo hace, le cuesta comprender las reglas de estos.
  • Tiene una marcada tendencia a estar solo.
  • Le cuesta respetar las reglas o normativas sociales establecidas (esperar el turno, saludar, agradecer, mantener distancia al conversar).
  • Manifiesta una conducta inapropiada en el lugar donde está.
  • Le falta confianza en sí mismo.
  • Se percibe con falta de empatía hacia los demás.
  • Interpreta todo de forma literal, no puede comprender los chistes.
  • Presenta problemas para seguir o mantener una conversación.
  • Está obsesionado con determinados temas, frecuentemente poco importantes para otros y los repite constantemente.
  • No miran a los ojos al hablar, tampoco realizan muchos gestos.
  • Tienen la inclinación de repetir rutinas o efectuar rituales muy elaborados.
  • Les cuesta mucho adaptarse a los cambios aunque sean muy pequeños.

Síntomas de Asperger en adultos

Hay similitudes entre los síntomas de Asperger en adultos y Asperger en niños, como las dificultades para socializar, expresar emociones, comunicarse o  sus conductas e intereses extraños. Otros rasgos que pueden observarse en los adultos con Asperger son los siguientes:

  • También se les dificulta entender el lenguaje corporal.
  • Les cuesta entender los sentimientos de otras personas o manifestar los suyos.
  • Emocionalmente son algo inmaduros.
  • De igual forma, evitan tener contacto visual.
  • Prefieren estar solos o no saben cómo interactuar con los demás ni hacer amigos.
  • Se ponen nerviosos al estar en grandes grupos sociales.
  • Sus intereses son muy específicos, incluso obsesivos.
  • Si hablan con otros, sólo platican sobre ellos o lo que les interesa, además, el tono y la forma de hablar es extraña.
  • Pueden ser torpes o algo descuidados.
  • Hacen movimientos repetitivos poco frecuentes o tienen rutinas autoimpuestas.
  • Les cuesta trabajar en equipo y mantener relaciones amistosas o amorosas (lo tienes en mayor profundidad en nuestro artículo El amor en el espectro autista).
  • Manifiestan mucha ansiedad y depresión generalizada.
  • Suelen ser perfeccionistas y se les dificulta tomar decisiones.
  • Tienen problemas para entender las bromas, ironías o metáforas.
  • Son muy directos y no miden lo que dicen donde o cuando sea.

Diagnóstico del síndrome de Asperger

Aunque diferentes síntomas del síndrome de Asperger se pueden presentar en todos los pacientes, hay que recordar que se manifiestan de forma variada en cada persona. De manera que es necesario realizar un diagnóstico individual para lograr identificar que efectivamente se tiene el padecimiento y saber la gravedad del mismo.

Por lo general, el diagnóstico del síndrome de Asperger se realiza cuando el paciente está en edad escolar. Lamentablemente, si el niño manifiesta síntomas leves, no se le diagnostica y se considera que es singular o raro. Lo que quizás parezca mal comportamiento, puede ser la incapacidad de comunicar las ansiedades o sentimientos.

Lo que en principio puede parecer un mal comportamiento, con frecuencia es el resultado de la inhabilidad para poder comunicar sus frustraciones y ansiedades. Tanto los niños como los adultos con Asperger lo que necesitan es que se les trate de forma amable, con paciencia y que se les comprenda.

Por otro lado, algunos estudios demuestran que el síndrome de Asperger afecta de forma mayoritaria a los varones, en menor medida a las mujeres. (McPartland, James; Klin, Ami 2006-10). Debido a esto, el diagnóstico en las mujeres se suele realizar más tarde; sus síntomas son menos evidentes. Independientemente del sexo, el niño o adolescente con síndrome de Asperger necesita terapia psicológica para gestionar sus emociones, comportamientos y obsesiones.

Tratamiento adecuado para el síndrome

En vista de que se trata de un tipo de trastorno que afecta el desarrollo y configuración del sistema nervioso, no se puede prevenir o curar. Ahora bien, sí es posible que un especialista recete medicamentos para paliar algunos síntomas como la depresión o la ansiedad. El tratamiento para el síndrome de Asperger consiste en ayudar al paciente a desarrollarse y desempeñarse socialmente, para lo que se aplican terapias apropiadas.

Dichos sistemas de apoyo poseen un carácter psicoeducativo, los cuales tienen la función de mejorar la calidad de vida de los pacientes y sus familiares. Lo que se pretende es potenciar sus habilidades para que se integren en la sociedad, aprendan a tener autocontrol y tengan una imagen personal positiva. Según la edad del paciente, se pueden aplicar estos tratamientos:

Terapia para adultos

Durante la niñez

Como cada niño es distinto, no existe un único enfoque para ayudar a todos. Quizás el médico tratante pruebe varios tipos de terapias hasta hallar la apropiada. Alguna de las que se usan son:

  • Terapia del habla y del lenguaje: estas mejorarán las habilidades de comunicación del niño, lo que le ayudará a sostener una conversación. También permiten comprender el significado de ciertas señas usadas en la sociedad, como gestos con las manos o con el rostro.
  • Capacitar en habilidades sociales: los terapeutas enseñan al niño (de forma individual o en grupo) a expresarse de forma adecuada y a interactuar con otros.
  • Terapia cognitiva conductual: es la que permite que el niño cambie su manera de pensar ante determinadas situaciones que generan malestar, así podrá controlar mejor sus emociones y el comportamiento.
  • Educación y orientación a los padres: se capacita a los padres para que puedan seguir con parte de las terapias de niños con Asperger en casa.

Durante la adolescencia

  • Cuando se es adolescente con asperger, se necesita estar en un entorno familiar donde reciba apoyo, se le comprenda y respete. 
  • Se le suele motivar a participar en actividades que le ayuden a reforzar su autoestima y permita que se integre en un grupo. 
  • De igual forma se le proporcionan estrategias de autocontrol para canalizar sus emociones y conducta.
  • Terapias para que tenga una imagen positiva de sí mismo.
  • Ejercicios orientados a mejorar la salud o entretenerse, no a competir.
  • Guía académica y directrices concretas para hacer las tareas, así como la asistencia de un tutor. 
  • La realización de actividades extracurriculares que le ayuden a fortalecer sus habilidades.

Durante la etapa adulta

  • Los adultos con síndrome de Asperger también requieren de terapias para mejorar la autoestima, así como tener un autoconcepto positivo y realista.
  • Hace falta que realicen tareas secuenciadas, planificadas y estructuradas.
  • Que el trabajo a realizar tenga objetivos claros y bien definidos. 
  • Servicios de orientación y asesoramiento personal o de familia que le ayuden a estar más concentrado.
  • Terapias que fortalezcan sus debilidades para interactuar socialmente.

Bibliografía

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ConoceTEA

Psicólogo experto en TEA con experiencia.

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